Mi madre siempre ha tenido un montón de inquietudes, cuando sus hijos eramos pequeños y empezó a tener un poco de tiempo para ella empezó a coser. Nos hacía un montón de ropa con un mimo y una destreza exquisita. Es una mujer con mucho talento.
Comenzó a modelar con miga de pan y hacía unos centros preciosos, y también empezó a pintar algo de esmalte en frío. En esa ocasión yo también me animé y juntas hicimos una colección de esmaltes que a mi me encantan.
Aquí está su primer centro de flores hecho con miga de pan y pintado al oleo. Hay un sinfín de flores variadas, desde la flor del garbanzo, hasta rosas pasando por campanillas, margaritas....
Le gusta la jardinería, la familia, viajar y siempre guarda un poco de su tiempo para cuidarse haciendo deporte.
Hace ya unos 6 años, cuando ya si tenía mucho más tiempo, decidió apuntarse a una clases municipales de cerámica para probar. Probó y le gustó. Así que desde entonces la mayor parte de su tiempo libre lo dedica a modelar. Ha estado en clases con distintos profesores y ha tenido una evolución fantástica. O al menos eso me parece a mi que soy lego en la materia. Ya me diréis vuestras opiniones cuando vayáis viendo sus obras. Intentaré exponer sus obras por grupos, no creo que sepa hacer bien la clasificación en función de las técnicas, por que la verdad no entiendo mucho de cerámica pero, por lo menos, pondré mi mejor intención en ello en las siguientes entradas.
Esta es una, si no la primera pieza que modeló. Es una jarrita marroquí. Y también os muestro este frutero que hizo con mucha ilusión.
Tras empezar con esto, mi madre se dio cuenta de que para modelar hay que dibujar también para poder hacer bocetos de sus proyectos así que ni corta ni perezosa, buscó un profesor y se apuntó a dibujo. Ya ha conseguido cierta soltura con el carboncillo y el lápiz y se ha decidido a empezar con algo de oleo.
Y esto es un poco el resumen de como empezó con esto. Es un orgullo para mi contar con esta influencia de mi madre y poderla compartir.
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